- Oh, lo lamento tanto ¿estas bien, linda? -era la voz de un hombre.
- Si, estoy bien, no paso nada grave -sonreí y luego levanté la mirada a sus ojos, eran unos ojos azules como el cielo, en los que podría perderme por años.
- ¿Segura que estas bien? -volvió a preguntar y visualice unos labios carnosos.
- Si... segura -respondí sonriendo tímidamente.
- Puedo comprar un agua o un jugo si dese... -no lo dejé terminar la frase cuando coloqué mi dedo indice sobre sus labios, indicándole que hiciera silencio.
- Estoy segura de que estoy bien.
Y aquí estoy cinco años después, despertando junto a ese hombre cada día, nadie iba a saber que ese tropiezo en la calle terminaría en un café, ese café en una cita, esa cita en un noviazgo, y ese noviazgo en matrimonio. No, nadie lo sabia, pero la pista fue perderme en sus ojos, cuando te pierdes en los ojos de otra persona, te das cuenta que estas entrando a su alma... Yo todavía entro en su alma cada segundo en que lo miro.
Gema :3